PROFUNDIZANDO EN EL CONCEPTO DE LITERATURA INFANTIL
Después
de una buena
dosis de lectura teórica, he
podido reflexionar sobre el alcance y amplitud de lo que significa hablar
de Literatura Infantil . Mi idea
sobre una obra pensada
y dirigida hacia un público
determinado se transforma en una obra
literaria elaborada desde
una exploración del lenguaje y la realidad, desde una visión del mundo poética, desde una
mirada del mundo comprometida con la esencia de la niñez, lo que significa que esta obra
es mejor entendida y recepcionada por niños o por adultos con
corazón de niños ¿ Y qué significa corazón de niño? A mi juicio, una forma de
enfrentarse a la realidad sin la contaminación que nos entrega cierta
experiencia racional de las
cosas, con la capacidad del
asombro y con el límite difuso entre lo mágico y lo real, con
la inocencia y la libertad
de todas las posibilidades, con
la ausencia de prejuicios “Son rasgos
del niño la experiencia escasa, la maleabilidad de conceptos, la permeabilidad
de límites entre realidad y fantasía, y entre presente, pasado y futuro, la
ignorancia de las reglas de la gramática, la etimología o la redacción, y la
falta de prejuicios, desconfianzas y suspicacias” ( Rosell, J, 2000)
Es importante, además, reflexionar
sobre la función que le hemos dado los adultos a la literatura infantil. Muchos la han
considerado como la posibilidad de
difundir valores, o visiones de mundo maquiavélicamente escondidos tras una historia o un verso. Basta con recordar las letras
de algunas canciones que
muchos repetimos en nuestra niñez y que sin darnos cuenta, nos trataban
de inculcar el racismo “ ¿ Cuantos panes hay en el horno? Veintiún
quemados ¿ Quién los quemó? El perro
Judío…” o los cuentos
que nos leían y que apaciguaban nuestra alma exploradora y
libertaria, con el temido monstruo que se llevaba a los niños
desobedientes. Otros la han visto como
medio de instrucción y casos peores
en las que han confundido
literatura infantil con textos expositivos
para niños, todo en un mismo
saco.
Reiterando la idea
anterior, la obra Literaria
Infantil es libre y sensible, con una mirada poética de enfrentar el mundo, y no me
refiero a versos ni estrofas , sino
a la confrontación de la cotidianidad
a través de la pureza
de ver las cosas. Pienso en la
mirada de mi niño cuando observa
las estrellas y las preguntas que nacen de esa mirada, para muchos, sería absurda, pero está llena de
belleza. Me hace mucho sentido lo que plantea la escritora argentina Adriana Bodoc dice
que debe existir en el texto una
propuesta, una comunión entre el
contenido y su forma, una poética “Lo
que no puede suceder es que tal propuesta, sencillamente, no exista. Es decir,
que el entramado que es un texto no esté
sustentado, de principio a fin, según unas correspondencias entre la forma y el
contenido, entre lo dicho y lo callado, entre lo manifiesto y lo latente.
Decisión ética y estética del autor. O, en otras palabras: su poética “ ( 2010:
41)
Tiene
razón el escritor cubano
Rosell cuando plantea que la
literatura Infantil es un aporte a la
Literatura Universal, en esa sutileza antes descrita. Y lo que me parece
más importante aún, como muchos adultos
logran apaciguar o alimentar su alma a
través de una obra tipificada como
Literatura Infantil.
Ahora la pregunta
que generará una nueva discusión
¿ Todo los textos publicados como
Literatura Infantil son realmente
Literatura? Vale la pena analizarlo con lo
expuesto anteriormente. Además ¿ Qué
rol juega el autor en todo esto?
Un autor de literatura infantil, en mi opinión, debe poseer
esta sensibilidad, esta mirada
poética, de lo contrario como
plantea Rosell, su obra será
“un elemental acto de transmisión
de cultura y experiencia, una burda adaptación del discurso
literario”
Un autor de literatura Infantil debe ser capaz de hacer cabalgar su espíritu con el del lector .
LABOR DEL MEDIADOR DE LECTURA
Es de extrema importancia la labor del mediador de la literatura Infantil. Es el puente que
acerca la literatura a los lectores. Este
mediador debe poseer el amor
hacia la lectura como primer punto, de otro modo no podrá ser capaz de transmitirla a los otros. Sin embargo también debe
tener amplitud de criterio,
sutileza y cierto encantamiento mágico que
tratará de transmitir a los
otros. Debe ser explorador de todas las
posibilidades que ofrece la literatura infantil; poesía, narrativa, obra
dramática, tener un espíritu libre y sin prejuicios. Debe conocer y actualizarse frente al tema
para así tener un alto espectro de posibilidades de
lecturas para ofrecer.
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